Café Brasil Alta Mogiana

Notas caramelo y nutella, con sutiles notas frutales. Su cuerpo alto y sedoso se combina con una acidez muy suave y equilibrada.

La mayoría de los cafés brasileños se procesan mediante procesos naturales y naturales despulpados, lo que significa que el café se seca con toda o una gran cantidad de fruta en el grano. Este proceso imparte notas dulces y afrutadas y produce un cuerpo cremoso.

El resultado es un perfil equilibrado, con sabor a nueces, chocolate y maíz dulce, delicada acidez y un cuerpo cremoso: una taza universalmente agradable que se ha vuelto famosa en todo el mundo

Descubre la esencia del café brasileño en cada sorbo con este café de especialidad de Brasil, estilo "hazel". Esta joya 100% arábica, captura el sabor tradicional y la cultura cafetera de Brasil, con el clásico proceso de secado Natural.

Cuidadosamente cultivado y tostado, ofrece una experiencia sensorial auténtica.
Perfil de sabor equilibrado con marcadas notas de avellanas tostadas, caramelo, complementadas por sutiles toques frutales. Su cuerpo alto y sedoso se combina con una acidez media-baja y equilibrada, resultando en una taza redonda. El post gusto es limpio y prolongado.

En Brasil, mayor productor de café mundial, el método tradicional y más extendido es el proceso natural. Este método consiste en secar las cerezas de café enteras al sol, sin eliminar la pulpa ni la cáscara. Durante el secado, los azúcares y otros compuestos presentes en la fruta se transfieren al grano, lo que da como resultado un café con mayor dulzura, cuerpo y notas frutales.

Ventajas del Proceso Natural:

• Mayor dulzor: Los cafés naturales suelen sentirse más dulces que los lavados.
• Cuerpo más completo: El cuerpo del café natural tiende a ser más denso y cremoso.
• Notas frutales intensas: Los sabores a frutas maduras y tropicales son más pronunciados en los cafés naturales.

Más sobre este café y su origen.

Brasil es el mayor país productor de café del mundo, responsable del 30 por ciento del café cultivado en todo el mundo, del cual aproximadamente el 74 por ciento es arábica. El café brasileño se cultiva en grandes plantaciones diseñadas para facilitar procesos mecanizados y eficientes. Debido al paisaje relativamente plano y a los altos salarios mínimos, la cosecha mecánica es frecuente. Para ser claros, la recolección mecanizada ya no es sinónimo de recolección en franjas, y el uso de cosechadoras a menudo se combina con derriçadeira, máquinas manuales que se pueden apuntar manualmente a las áreas más maduras del árbol. El resultado es una especie de recolección selectiva mecanizada que brinda café arábica de alta calidad a una escala imponente.

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